Fue a agradecerle a Santo Toribio Romo por salvarle la vida en el desierto de Arizona. Cuando entró a la iglesia de Jalostotitlán se percató que el santo no se parecía al hombre que le dio agua.

Editorial de literatura iberoamericana
Fue a agradecerle a Santo Toribio Romo por salvarle la vida en el desierto de Arizona. Cuando entró a la iglesia de Jalostotitlán se percató que el santo no se parecía al hombre que le dio agua.