no hay que renegar de uno
es decir
tanto la tierra como la sangre
es marrón, no es roja
mientras células microscópicas
como piedritas sumergidas
en el fondo del plasma
del arroyo o de la sangre
pero tiesas
pero líquidas.
Entonces mojando
las patas en el plasma turbio
desnuda y en cuclillas:
yo
haciendo equilibrio a mi alrededor:
mamá
con la vieja cámara fuji
oscilando entre eficacia y corazón
tira un ‘quedate quieta’
y en vez de sacar la foto
el aparato se le safa
de la mano
eficacia a marzo:
nos queda corazón;
terminamos en un hospital
la vieja fuji ni un rasguño
colgaba de mi cuello mientras yo
aún desnuda
vagabundeaba por la sala de espera
las enfermeras simpáticas
un hombre de mameluco azul
un doctor
en conclusión:
brotaba de la frente de mamá
un arroyo marrón
simil masa encefálica
simil piedritas y plasma
le saqué una foto
e inmediatamente
se me cae el aparato
pues si el destino patea al arco
es gol seguro.