Los poetas que presento en esta breve selección son, todos, peruanos. De profesiones y edades muy diversas, si no me equivoco, ninguno ha publicado ningún poemario o plaqueta, y los he conocido a través del Taller de Poesía que dicté en La Escuela de Edición de Lima. Como comenté en un post anterior, dedicado únicamente a las poetas del taller, ahora publico un poema por cada alumno del segundo grupo, con el que compartí 15 horas repartidas en 5 noches de poesía. Aquí un vistazo a nuestro laboratorio de escritura, del cual pronto saldrá nuestra plaqueta. Nuestra primera publicación conjunta sobre “La disciplina del goce”, o sobre la poesía. Todos están invitados (a la presentación, y a la lectura, por supuesto).
Servidos.
PASIÓN
Kurt Furse
Anudemos en un abrazo
Nuestras lenguas sedientas
Que despierte la bestia amable
En tu espalda sudando azul
Que el cielo se abra
Y arroje su luna roja
Vida arraigada y dispuesta
A dejarse llevar por la balsa
Invita a tu desnudez
Apropiada de tu mano
A que empuñe las escamas
Que penetrar en tu vientre
Posición de ataque, frente
La tuya sumisa, de tobillos blancos
Mira estos ojos, negros de nubes
No aletarguemos el destino, nuestro.
-Sin Título-
Dedyz Galindo
Y es entonces,
que la majestuosidad del teclado
acelera y desploma corazones
al mismo ritmo,
tal cual las azules olas
avivando mágico piano.
Suave como la blanca espuma del mar,
fuerte como la brisa que empuja las olas;
dos corazones enredados
descansan claros besos de arena,
y su musicalidad
perdidos en el horizonte naranja,
atraídos al perfume de sus ojos
enamoran al aire del desierto
quedando solamente;
un viejo y solitario
corazón de piano.
SYLVIA PLATH EFFECT
Fernando Dolores
I became insane, with long intervals of horrible sanity.
Edgar Allan Poe
Las palabras de su diccionario se han terminado,
se ha quedado con una mancha hostigada en la corbata,
se ha olvidado el cepillo de dientes en casa y siente que
sus dientes son carcomidos, desprendiéndose de su boca
como granos de sal.
No reconoce su letra,
y para cuando le piden que lea sus poemas se da cuenta que
lo que escribió se parece más a la figura que se forma en un monitor cardíaco
y desconsolado siente que la suerte se acuesta con todos, menos con él.
Ha decidido lanzarse de un precipicio
y para hacerlo más poético, decide hacerlo desde el Monte Sinaí
pero sin saber cómo está amordazado en una clínica yanqui y
piadosamente pide que busquen su cepillo de dientes.
Logra librarse y piensa mientras huye, en lo lindo que
era pensar sin decir nada, en pintarse flores marchitas solo para él,
y una empobrecida mirada sonriente se dibuja
tras la caravana de ambulancias.
HUÍDA
Kenki Ibañez
La mar reclusa es libertad.
Acantilado pecho,
Vientre estriado
Desnudos.
Quijote pedalea varga de piedra
Sudando la mala fantasía
Y apenas son las seis para la agonía.
No va hacia ningún lugar
Entuertos a enderezar.
Cierro los ojos buscando el bosque
La paz de la montaña talada
Existió en esta nada
Un árbol oriundo
Una breña peruana.
Volverá a tener sangre el río.
La ciudad entera es una lápida,
¡Tan anónimo el hombre!
Huyo a las afueras
La arena esparcida es libertad.
EL PUMA AZUL
Ricardo Meinhold
Salta el puma por los aires
huyendo de algún fatal destino
buscando ese lugar
que no existe
para poder esconder
lo que no queremos ser
Que inocente eres
que tonto
Porque en tu fatal desvarío
en tu ingenua pretensión
no sabes, no te das cuenta
que el destino lo llevas contigo