Recorrías la alfombra a pie descalzo
peinando tu piel los filamentos raídos
Te detenías a mitad del camino
a rozar la oscuridad a ojos cerrados
Mientras agitabas tus manos,
aletas de mariposa siguiendo el fuego
Bailabas sumergido en la noche
sujetando las caderas de la vida
Enjuagabas la rutina
recogiendo música como cascada
Dejabas caer los hilos que tensan
tu cuerpo de bisagras y madera.