mátame
te lo suplico
llévate contigo todos mis suspiros
mátame
no tengo más que decir
ya inventé palabras en abundancia
abrí las piernas
cerré los ojos
y vendí mi corazón para estar contigo
me hice de valor y voluntad
solo para amarte
ahora
matáme
te regalé noches y días
aún en agonía
fui tu amiga
tu amante
la mujer en tus sueños
dejé que me encontraras
que me elevaras
y que examinaras con minuciosidad
con presición
la potencia con que la sangre recorre mis venas
con tus manos hurgando por debajo mi piel
eres tú quien conoce más de lo que nadie vio en mí jamás
llevas contigo casi todos mis secretos
aunque no sabes todo lo que aún tengo por saciar
ni las ganas que tengo de dejarme amar
bésame el cuello y deja que caiga
con la piel perfumada de eucalipto
y los labios embriagados de mar
nunca me molestó que nombraras a tus amantes
tengo esta morbosa obsesión de saberlo todo
pero hoy
cállate
mátame
así desnuda
al alba
en tu cama
con el cuerpo resistiendo tus besos
estoica
hambrienta
sedienta
alturada
sabiendo que aún te pertenezco.
Imagen: Desnudo Arrodillado – Richard Stainthorp